“De tus expectativas o creencias sobre sus posibilidades depende su desempeño" (H.Ford)
En la consulta es muy frecuente escuchar este tipo de comentarios:
”Demanda continuamente mi atención, estudia bien cuando estoy cerca, aunque sea sólo estar sentada a su lado, pero no cuando debe hacerlo solo/a…"
".....Le cuesta reconocer sus errores y resolver conflictos. En el cole se muestra como víctima (“todos contra mí”, “yo siempre…”)
"....Tiene poca tolerancia a la frustración y tiende a resolverlo con pataletas o quejas, para conseguir ayuda…” “Yo con esto no puedo…! No sé hacerlo…!”
Esto son síntomas del Síndrome de dependencia, lo muestran muchos niños que sienten que no llegan a la demanda que les hacen.
En este comportamiento hay falta de control personal y gestión emocional.
Un pobre autoconcepto, baja autoestima, dependencia de mamá con los deberes, inestabilidad emocional, tolerancia cero a la frustración, hipersensibilidad…
Estos niños muchas veces no perciben la relación entre el esfuerzo realizado y los resultados obtenidos. Incluso a veces parece que no les afecta, si suspenden o aprueban…
Y es porque internamente su éxito lo atribuyen a su madre, o padre, creen que sin su ayuda no hubiera sido posible porque ellos no se sienten “capaces”.
¿Como evitar esto desde casa?
Cuando expresas que “hemos aprobado” hablando de sus logros a familiares, o en consulta delante de tu hijo, sin embargo cuando es un suspenso, pasa a ser “su” suspenso.
Cuando desde muy pequeños hacemos los deberes del cole con ellos.
Les revisamos la mochila para ver si está todo.
Estamos pendientes de la agenda, del chat de padres, por si se le olvida algo importante.
Podemos hacer que la experiencia del éxito se refuerce, a través de varias pautas.
Una de las más importantes en cuanto al tema escolar, es alejarnos y confiar. Estar ahí pero no pegadas a ellos.
Aunque parezca extremadamente difícil.
Si no les soltamos y que vuelen les estamos transmitiendo nuestra falta de confianza en sus posibilidades. Nuestro lenguaje no verbal será: “No puedes solo/a y yo me ocupo por ti”. “Sin mi ayuda no lo conseguirás”. “ “Menos mal que estoy yo contigo”.
Aunque verbalmente estés expresando lo contrario.
En el fondo claro que hay DESCONFIANZA….claro que piensas que si dejas de revisar/controlar.. suspenderá, se olvidará de la mitad de las cosas, o no hará la tarea…y tu hijo/a lo sabe. Lo siente.
Y tu mirada potencia su baja autoestima y su falta de confianza en sí mismo/a.
Y puede que tengas razón y durante un tiempo haya olvidos, e incluso suspensos, pero es la única forma.
Dale ESPACIO PARA NO HACERLO BIEN y no pasa nada, porque no lo hará bien desde el principio, pero confía, y no quiero decir que no acudas si tiene preguntas, por supuesto vas a ayudarle, pero luego le vuelves a dejar que siga por su cuenta.
Si le enseñas desde el comienzo de los deberes que coja las riendas, lo hará.
Y sentirá su aprobado como su logro. Reforzarás su autoestima, su Autoconcepto.
Ayudarles es dejar que se equivoquen.
Equivocarse es en sí mismo un aprendizaje valioso y necesario. No solo se lo digas,
demuéstraselo. Confiando.
Ayudarles es no MICROGESTIONARLES todo.
Es no contagiarles tu miedo.
Y eso se aprende en casa, con la actitud y reacciones de los padres.
Susana Mezquida
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