La etapa escolar de Educación Infantil desempeña un papel crucial en el desarrollo de los niños, tanto a nivel cognitivo, como psicomotriz, lingüístico y emocional.
Todos estos aprendizajes, a una edad tan plástica y temprana, suponen un gran reto para los profesionales, es sin duda la etapa más importante para los futuros estudiantes.
Los peques en esta etapa están formando su autoconcepto, llegan sin filtros, con la máxima ilusión. Es también cuando para muchos, comienzan verdaderamente las relaciones sociales con su grupo de edad.
En esta etapa las diferencias entre unos y otros son inmensas, porque cada proceso madurativo lleva su ritmo, y están en pleno proceso. Hay niños que llegan muy estimulados, y otros muchísimo menos. Depende de muchos factores en el ámbito familiar del que proceden. Muchos o pocos hermanos y primos, mucho o poco tiempo de los padres, más o menos estimulación psicomotriz en las etapas de 0 a 3...y otros factores incluso anteriores, embarazo, parto y primeros meses.
En esta etapa escolar, los docentes son los "héroes silenciosos" como apunta el catedrático Sr. Pérez Bodeguero, -forman corazones y mentes, educando con los sentimientos, esta etapa es el reino de lo afectivo-. Y tiene toda la razón.
Estos héroes necesitan mucha paciencia, empatía, creatividad, ser un poco "niños" y jugar, a la vez que educan, enseñan, en contacto estrecho con las familias, con mucho amor.
En mi trayectoria como pedagoga y atendiendo dificultades de aprendizaje, hay un patrón que muchas veces se repite: Una experiencia negativa en los primeros años de escolarización.
Son edades muy vulnerables, aún no saben qué pueden y qué no pueden conseguir, y lo aprenden a través de la respuesta de su entorno, el profe o la profe de Infantil será un pilar para ellos, alguien muy decisivo e importante en este desarrollo de su autoconfianza y su autoconcepto, especialmente para los niños y niñas que van un poco por detrás en su maduración, o que por su proceso no están preparados para aprender a leer y escribir al ritmo de los demás.
Esa es la mayor dificultad de los educadores de Infantil, tener la habilidad de motivar, la paciencia de no presionar, la creatividad de enseñar a los qué sí necesitan más, y que todos en el grupo se sientan aceptados y felices, enseñar valores de respeto, compañerismo y generosidad, todo ello integrando a los padres y tratando de que, toda la experiencia, sea gratificante y positiva para todos.
Susana Mezquida
Pedagoga
Especialista en dificultades de aprendizaje y desarrollo
www.pedagogiamadrid.com
